viernes, 1 de enero de 2010

El Sentido de la Vida


El Waro estaba escuchando sin querer queriendo una conferencia seudofilosófica en el Centro Cultural Ricardo Palma ubicado en el distrito pituco de Miraflores. Minutos antes él estaba caminando, meditabundo, por la avenida Larco cuando de repente unas jovencitas con unas amables sonrisas lo invitaron elegantemente al mencionado espacio culturoso.
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“El Sentido de la Vida”, era el título del evento, algo que le llamó poderosamente la atención porque estaba pasando un momento tenso en su calidad de desempleado ilustrado. Entonces, el Waro se animó como buen capricorniano a entrar porque la entrada era gratis y sospechaba que habría brindis de honor. Según el zodiaco de Hello Kitty las personas que nacieron bajo el mencionado signo tienen una ligera tendencia a la tacañería.
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El conferencista era el licenciado Gamaliel Márquez de nacionalidad venezolana. Escépticamente el Waro observó que esta persona tenía un estilo muy parecido al charlatán populista de Hugo Chavéz, pero sin uniforme ni boina militar. Y su ropa tenía el mismo estilo exitoso de Miguel Ángel Cornejo, pero sin el acento mexicano ni chistes malos. Era increíble que este personaje, totalmente desconocido para el Waro, tuviera una buena capacidad de convocatoria porque el auditorio estaba totalmente lleno. Quería conocer el secreto para llenar de gente sus propias conferencias porque siempre están medias vacías. Sobre el desborde popular del auditorio, él pensaba a manera de “hipótesis al paso” que las personas tenían mucha expectativa por encontrar los secretos de la vida. La segunda conjetura era que la gente quería trago gratis. Cada vez son más los camarones culturales.
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El conferencista veneco hablaba de la necesidad de conocerse a uno mismo y a los demás para comprender los misterios de la vida. La idea fuerza era que lo peor que le puede pasar a una persona es morir sin saber el secreto del sentido de la vida. Entonces era necesario saber sobre las leyes del universo como el Karma: ley de acción / reacción de vidas, muertes y reencarnaciones. Luego comenzó a decir grandes ideas filosóficas como: “has el bien mirando a quien”, “a caballo regalado mírale las caries”, “hoy por mí mañana se ve”, “más vale pájaro en mano que esté en la otra”, “lo que se hereda sí se hurta”, entre otros. El conferencista señaló que el secreto del sentido de la vida se puede conocer por medio del método científico-humanista comprendida en su propia religión que se denomina: “Los últimos días no serán los primeros”. Se había creado esta nueva institución espiritual a imagen y semejanza de las sectas evangélicas en que sí tienes dinero y una jugosa cuenta bancaria puedes estar más cerca a Dios. En temas religiosos el Waro se confesaba como un radical ateo, pero dando siempre las respectivas gracias a Dios.
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Cuando iba a concluir la conferencia el Waro siente que su asiento comienza a moverse. Lo primero que había pensado fue que una persona estaba moviendo con su pie el asiento. Entonces él volteó para saber quien era esa persona, pero se dio con la sorpresa que no se encontraba el supuesto sospechoso. En unos segundos todo el auditorio comenzó a moverse. El conferencista al principio pidió calma y tranquilidad al rebaño. Pero el temblor no paraba y estaba peor que el paro nacional de la CGTP donde no paró nada. La cosa se puso terrible y alguien gritó con mucho pánico: ¡terremoto! El primero en correr fue el conferencista quien dio un salto, misma gacela, cayendo sobre un par de ancianas que todavía no encontraban el sentido de sus vidas y la salida de emergencia. Luego este hipócrita personaje empujó a todas las personas que se encontraba en el camino, incluyendo a un par de ciegos, para salir raudamente antes que se caiga el auditorio. Finalmente, al no poder abrir el mar rojo, no le quedó otra que caminar sobre las cabezas de su público asistente donde muchos son los llamados y pocos los pisoteados. Ahora se había ampliado la dicha sagrada de ser pisoteados por el intermediario directo de Dios en la tierra petrolera. La última enseñanza que enunció el sabio conferencista caribeño fue: “sálvese quien pueda”.
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El Waro asumió e internalizó el conocimiento del maestro de la demagogia, quien parecía que había sido capacitado por los dirigentes del SUTEP en un taller en Huampaní. No es sorpresa saber que el wareado amigo fue el primero en salir del auditorio. La última vez que obtuvo un primer lugar fue cuando ingreso a la universidad decana de América, San Marcos, por medio de la combativa y heroica modalidad de la PRE-UNMS. Entró en primer puesto a la carrera de antropología, algo que lo enorgullecía y contaba a todo el mundo, pero lo que no decía era que en mencionada carrera él había sido el único postulante. Ahora como egresado por modalidad de tesis sigue demostrando cualidades de sobrevivencia al salir primero del culturoso auditorio. El segundo puesto, en salir, con medalla de plata, fue el conferencista llanero.
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En la avenida Larco el transito vehicular se había paralizado y los pitucos vecinos de Miraflores hacían memoria del coche bomba de Tarata. La cultura del miedo hegemonizaba las emociones colectivas. Pero en esta ocasión no eran los terrucos marxistas, leninistas y maoístas, sino un fuerte terremoto gradista de 7.9. El panorama era apocalíptico donde los edificios se movían como gelatinas y daban la sensación que se iban a caer. Faltaba Gotzila. En este espacio urbano se podía comprobar la teoría antropológica de Marc Auge cuando habla sobre la sobremodernidad: “El No Lugar”. En verdad todo era un no lugar porque no existía un lugar fijo donde quedarse.
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El detalle es que al costado del centro cultural hay un café de piernas, es decir, un espacio de bellas señoritas, atractivas, quienes siempre te invitan a pasar para tomar un café. Al menos eso dicen. Pero según algunos testimonios, mismo CVR, es otra cosa. Por esa razón, el mencionado café tenía la fama de ser el metro cuadrado prohibido de la avenida de la ciencia del bien y del mal. Muchos curiosos fueron desterrados de sus paradisíacos hogares porque llegaban de noche (a su respectiva casa) avergonzados, semidesnudos, cubiertos con unas hojas y sin billetera. Muchas veces decían, a manera de escusa cínica, que la culpa de todo es la serpiente, quien actualmente es alcalde de Miraflores y permite que existan esos locales dantescos.
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En pleno sismo las chicas salieron con mucho pánico con sus cortísimas minifaldas, largos tacos aguja y profundos "escotes ciudadanos": participativos, democráticos y transparentes. Ellas corrían, gritaban y pedían ayuda. El Waro no perdió tiempo y como buen machista cortes se acercó solidariamente a establecer la tranquilidad. Muchos son los llamados y bastantes los aprovechados. Pero antes tuvo que dar un par de cachetadas al conferencista para que no empeore la situación. También lo hizo por su pésima conferencia, porque no había brindis de honor y, especialmente, porque se parecía a Hugo Chávez. Por algo se puede entender el por qué después de cada cachetada al llanero, el Waro decía con un ligero acento de nobleza española: ¡Por qué no te callas!
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El terremoto había terminado lentamente. El Waro, a medida que dejaba de moverse la tierra, había tranquilizado a las chicas luego de haberles contado un par de chistes de Miguelito Barraza y del Gordo Casareto. Del pánico ellas pasaron a sonreír, tanto así que se tomaron una foto con él para el recuerdo dentro del local de la tentación. Luego le invitaron un vino seco y unos sensuales bailecitos de cortesía. Es necesario señalar que antes de la foto las chicas se habían cambiado de ropa a pedido del héroe urbano porque su mamá es muy celosa. Muchas veces entra a su Hi5 para ver quienes son sus nuevas amigas y otras por el estilo. Luego de proyectarse el flash sobre su rostro, el Waro en milésimas de segundos encontró el secreto del sentido de la vida y se quedó pensativo.
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Luego del vino, un ron y un par de chelas el Waro salió abrazado con sus amigas a la avenida Larco. El milagro se había cumplido y volvió a creer. Entonces él miro al sagrado cielo para enunciar: ¡Ahora sí Dios puedo morir en paz! mientras que el conferencista fanfarrón, quien había tomado las fotos y gorreado trago, ni corto ni perezoso también miró al cielo para decir: ¡Oye chico conchalevale que todo lo sabes, no seas injusto porque el secreto del sentido de la vida yo se lo conté!....Y luego de unos segundos empezó otro terremoto (divino) con diluvio incluido, pero sin Arca de Noé.

sábado, 30 de mayo de 2009

Inocencio


Nunca fui bueno para los enigmas, aunque mi vida siempre ha sido un enigma. Lo unico que sé es que existía una fecha para mi nacimiento: el 28 de Diciembre. Pero mencionado día es conocido como el "Día de los Inocentes". Entonces, mi nombre también tenía un rígido destino: Inocencio. Pero mi madre el mismo día de los inocentes me jugó una broma y nací al día siguiente. Es por ese motivo que mi vida es una constante ironía.

Pero imaginémonos que mi nombre fuese Inocencio, qué sería de mi vida. Menos enigmática pero más caótica.

En el colegio hubiese sido la lorna del salón. El más inocente que siempre hace la tarea.

Mi relación con las mujeres hubiese sido peor de la que tengo ahora. El más inocente de los cachudos.

En el trabajo hubiese sido el más explotado. El más inocente para cobrar el sueldo, y eso si no me hacen descuentos por respirar en horario de oficina.

Menos mal que mi madre me jugó la broma para evitar la tragedia de llamarme Inocencio. Y saludos a todos los inocentes que sin llamarse Inocencio son lornas, cachudos y explotados.

sábado, 3 de enero de 2009

Formula para desparametrizar el tiempo

Mi estimado señor puntualidad escribo esta misiva para manifestar mi rotunda discrepancia contra su maldita manía de ser puntual. No crea que lo digo porque este a favor de la impuntualidad, el cual considero otro de los males sintomáticos de la sociedad. Tanto la puntualidad como todo su contrario son eslabones de una misma cadena que parametriza el alma. Algo que repudio, más que los guachimanes entrometidos en el arte amatorio en los espacios públicos, desde el fondo de mí ser.

El hombre masa se vuelve mecánico y, a la misma vez, pierde su alma gracias al reloj. Un instrumento pequeño que vulnera la existencia individual al homogenizar el tiempo cancelando la libertad. Todos a la misma hora y en el mismo canal. ¿A que hora te espero? ¿quedamos a tal hora? ¿a esa hora celebramos la navidad? Etcétera. Quien no cumple con la hora pactada es sancionado socialmente como “impuntual”, es decir, como una persona quien tiene poca credibilidad ante los demás. Ésta persona, que siempre llega tarde las reuniones, también pierde su individualidad al ser fusionado, en serie, dentro de la comunidad imaginada de los impuntuales. No importa la causa de su demora, impuntual es aquí y en la china. Todos los impuntuales son iguales.

Son culpables y cómplices, de la ausencia de libertad individual en el tiempo, el puntual como su contrario. Ambos firmaron su carta de renuncia a la imaginación, la creatividad y, sobre todo, a la casualidad. Por este motivo, señor puntualidad estoy en desacuerdo, radicalmente, con usted y con su otro lado (oscuro) de la misma moneda. No soy parte de su club de los relojes (incluyendo los atrasados y malogrados) que oscurece el tiempo a frías manejillas y números digitales. Para que me entienda, de una vez por todas, le hago explícito que usted debe tener en cuenta que lo más hermoso en esta vida son las casualidades del alma.

Los encuentros casuales fragmentan los férreos tiempos pactados que nos obligan a ser esclavos de la exactitud cotidiana. A manera de experiencia individual le cuento mi estimado señor anti-impuntualidad que si no fuera por las benditas casualidades jamás hubiese encontrado la mística de encontrarme con mi bella bienkeriente. Lo cual celebro con arco iris y girasoles. Ella grande de corazón abrió su corazón koraza hacia éste hijo del azar y las circunstancias. La casualidad nos junto, las manos empezaron con el dialogo que continuó en largos recorridos, bailes, cariños y besos.

Mostramos nuestros templos del alma a través del lenguaje para rebautizamos con nombres desparametrados que sólo nosotros podemos descifrar. Nombres sin sexos ni prejuicios. Incluyo la ironía y las joviales risas que no pasan desapercibidas por el ojo ajeno y familiar. Todo ello gracias a la casualidad sin receta secreta ni plan estratégico. Sólo espontaneidad, creatividad y esperanza. La casualidad no es mito sino realidad que eterniza los bellos momentos para luchar contra la eterna obligación de ser felices que es, dentro de la tipología de las emociones, el peor de los sufrimientos. Al igual que estar obligado a ser puntual y su obligada contrariedad.

La formula para desparametrar su vida, mi estimado señor de las puntualidades, es romper con los relojes que reprimen su ser. No le haga caso a la hora ajena. No haga pactos con el tiempo. No obligue al otro a sumergirse en su lógica temporal perversa. Evite la reproducción masiva y homogénea de personas puntuales e impuntuales. Por estas razones, levántese a la hora que quiera y ame a cualquier hora. Ofrezca una oportunidad, sólo una, a la casualidad del alma para dejarse llevar, sin señales de transito ni peajes, por los caminos cruzados de los almados libertarios. Verá que no se arrepentirá.

Espero su respuesta puntualmente,
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El anónimo del destiempo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Waro

Confieso que he demorado en hacer esta descripción corta sobre El Waro porque casi wareo al realizar algunos apuntes sobre el concepto en cuestión. En varias ocasiones he wareado al intentar de conceptualizarlo.
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La verdad es que no puedo transgredir la lógica interna del waro, el cual se ampara en una ley que señala lo siguiente: "Si tu quieres conceptualizar el waro entonces wareas”. Es decir, si tratas de comprenderlo por medio de las trampas del lenguaje y sin el frío razonamiento, entonces, lo puedes entender sin entenderlo. Full filin.
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Waro: discurso sin palabras
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Tomando prestado, sin pedir permiso, las herramientas teóricas del estructuralismo linguístico, formulado por Ferdinand de Saussure, el Waro es un significante, pero sin significado. En vez de fonemas existen los waremas: unidades mínimas de la nada conceptual.
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Desde la perspectiva del psicoanálisis lacaniano el Waro es lo Real (muy diferente a la noción de realidad), es decir, aquello que no puede ser simbolizado, racionalizado, ni entendido por el consciente. Por este motivo, el Waro va más allá del lenguaje. Lacan en el seminario "El Reverso del Psicoanálisis" analiza el discurso como una estructura necesaria que excede a la palabra.

Entonces, juntando ambas teroías, el Waro es un discurso sin palabras porque posee una estructura comprendida por waremas que están latentes en el inconsciente. Estos wareamas exceden al reino de las palabras mantiendo su carga pulsional. En esta perspectiva el Waro es un saber que se tiene, pero que no se sabe: un campo estructurado de contradicciones que al ser enunciado (significante) se desliza dialécticamente escapando de toda conceptualización externa, haciendo dificil su comprensión (significado). Sólo se puede entender, sin entenderlo, cuando se warea su ley.

Método anticonceptual
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Para evitar que sigan wareando planteo un método para tratar de conocerlo evitando la fatiga intelectual de conceptualizarlo. En primer lugar, uno debe tener en cuenta que desconoce el significado del concepto y, segundo, que éste mismo concepto nosotros ya lo sabemos, sin baerlo, en el inconsciente. Tomando el aporte del psicoanálisis del Chavo del Ocho el Waro lo sabemos sin querer queriendo.
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Y como el waro está mas allá de las palabras es, entonces, a través de la primera acción verbalizada, enuniciadora, como uno puede warear y, a la misma vez, ser wariado. Yo wareo, tu wareas, el warea, nosotros wareamos, vosotros wareais, ellos warean. Se entiende por el uso. Muy waro para explicarlo.
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Esta es la razón en que casi wareo al conceptualizar al waro porque la idea no es entenderlo, sino simplemente warearlo con filin.

viernes, 10 de octubre de 2008

El audio Quimper II

Audio sin editar:

Hija Quimper: Escúchame, tengo un informe que te va a interesar. Es necesario tratar varios temas contigo.

Señor Quimper: Pero con tranquilidad no crees que es mejor conversarlo personalmente. A veces tengo una pesadilla en que unas personas, como espías, graban nuestras conversaciones por teléfono.

Hija Quimper: ay padre no te hagas el noico. Nada de eso va a suceder por esas cosas son para las películas. Quieres o no quieres el informe?

Señor Quimper: Esta bien vayamos al grano. Cuanto quieres cobrar por hacer el lobby con tu madre. Quiero un tráfico de influencias para hacer un intercambio de cuartos donde tú duermas en mi cama y yo en la de tu madre. De esta manera se asegura la unión familiar.

Hija Quimper: Bueno eso es un poco difícil.

Señor Quimper: ¿por qué?

Hija Quimper: Para empezar dejaste la casa de la Molina cuando yo acababa de cumplir un año.

Señor Quimper: Lo hice para que no tengas el mal recuerdo.

Hija Quimper: gracias. Te digo que existen posibilidades de acuerdo al informe que tengo.

Señor Quimper: Necesito ese informe con mucha urgencia. Dime el precio.

Hija Quimper: Te va a salir caro porque el informe esta traducido al ingles.

Señor Quimper: No importa, pagaría cualquier precio por volver a pasar una noche con tu madre.

Hija Quimper: 100 mil

Señor Quimper: En cuantas partes?

Hija Quimper: 10 por mes. Lo mandas a mi cuenta en el banco.

Señor Quimper: Pero debes tener cuidado con la SUNAT

Hija Quimper: No te preocupes utilizaré un testaferro.

Señor Quimper: Siempre aprendiendo de papá

Hija Quimper: Antes que se me olvide necesito un extra para dar una comisión al vago de tu hijo.

Señor Quimper: ¿para qué?

Hija Quimper: él hizo el informe.

Señor Quimper: explícame eso

Hija Quimper: Un día que mi hermano estaba bien pasado de tragos y dejó sus cosas en la cocina. Cuando recogí sus papeles encontré un informe titulado “nadie sabe para quien trabaja: el caso de la familia Quimper”. Con lujos y detalles escribía la historia familiar con entrada psicoanalítica. Tengo el perfil de mi madre con sus fortalezas y debilidades emocionales. Por eso te digo que tengo un informe que te va a interesar.

Señor Quimper: Esta bien daré una comisión extra para el vago ese.

Hija Quimper: Le dije otra cosa al vago para que me envíe el informe. No sabe nada el muy pavo. Sólo espera una propina para su fin de mes.

Señor Quimper: gracias por reducir mis costos de corrupción.

Hija Quimper: Más bien la que va a ser difícil de sobornar es a la monce de mi hermana mayor. Ella no se deja doblar la mano.

Señor Quimper: no te preocupes porque le ofreceré al estilo familiar italiana un trato que no va a poder rechazar.


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A la mañana siguiente aparece en el cuarto de la ex–señora de Quimper un sobre muy sospechoso. Es un sobre de color rosado con rayas marrones, bien al estilo Hello Kitty. Adentro lleva escrito “la justicia tarda pero llega”. Se trataba de un personaje anónimo que ha dejado una trascripción de un audio donde se habla de un apoyo económico para manejar ciertas influencias. Se legitimaba una de las instituciones más sólidas de la sociedad: la corrupción.

La señora abre el sobre y empieza la crisis del gabinete familiar.

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Actualmente el señor Quimper esta prófugo de la ley. Su casa esta en orden de allanamiento y es buscado a nivel del barrio surquillence.

La hija menor de los Quimper esta en arresto domiciliario bajo tres llaves.

La hija mayor se hace la loca, la que no sabe nada. Sólo tuvo unas conversaciones en el Palacio de Gobierno con su padre y nada más.

El hijo vago sigue en su sofá esperando la propina y más perdido que la congresista aprista Luciana León.
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La madre se encuentra indignada por el nivel de corrupción que existe en la familia: célula básica de sociedad. Espera los próximos audios.

Finalmente, la ex-amante rompe hogares tiene más audios trascriptos de la familia Quimper por enviar.

miércoles, 8 de octubre de 2008

La familia Quimper I


Luego de 20 años la familia Quimper se había vuelto a Juntar. Ahora quién los podrá separar?

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Resumen nada ejecutivo:

En Julio de 1991 el patriarca de la familia Quimper, luego de 17 años de matrimonio, se dio cuenta que no era feliz. La historia familiar, en ese momento, estaba en su máximo grado de evolución social porque ellos se mudaron de un populoso distrito del cono de la ciudad hacia la Molina. El distrito con laguna propia es considerado dentro del imaginario limeño como “el mejor lugar para vivir”. Los Quimper eran los nuevos pitucos.

Cuando la familia estaba unida y las cosas marchaban muy bien, empezó la tragedia. Un día para sorpresa de todos, menos para la esposa, el señor Quimper se va de la casa recién inaugurada para ir hacia los brazos de su amante, quien paso a ser la señora rompe hogares. En su nuevo hogar en Miraflores el señor Quimper había recuperado la alegría, se había vuelto adicto al consumismo en la tienda Wong (donde comprar es un placer) y otras pituquerías por el estilo. Según el testimonio del susodicho los cambios que realizó en su vida tenían como objetivo a mediano plazo disfrutar 10 años de felicidad con su verdadero amor. El tiempo pasó raudamente y se cumplió el maleficio.

Las empresas del Grupo económico Quimper, luego de una década de crisis fujimorista, entraron en quiebra. El patriarca tuvo que hacer ajustes estructurales: dejo su casa de Miraflores, se fueron a un mercadito de la esquina (donde fiar no es un placer) y dejaron de pituquearse en las playas de Asia. Todo da vueltas y la señora rompe hogares decidió romper con mister Quimper siguiendo la tradición de infidelidad. Ella se buscó otro hombre con dinero (incluyendo esposa con hijos), dejó el distrito de Surquillo y juró venganza. Mientras que el señor Quimper se quedó sin soga ni cabra, misio y el amor pasó más rápido que la crisis de la bolsa de valores de Wall Street.

Después de algunos años los ex–esposos Quimper deciden por mutuo acuerdo (y por la galopante inflación económica) vender la casa de la Molina al mejor postor. Luego de la venta, la señora ex-Quimber se compró un nuevo departamento en Miraflores muy cerca al mar. Pero existía un problema para la mudanza porque el departamento era de estreno y se entregaba para el fin de mes. Entonces la ex–esposa y los hijos tuvieron que ir a vivir al depa del señor Quimper por el tiempo de un mes hasta que entreguen el departamento miraflorino. No quedaba otra posibilidad: todos vuelven.

En el departamento de Surquillo sólo habían tres cuartos. Uno para el patriarca, otro para la hermana mayor y el tercero para la madre e hija menor. Se me olvidaba para el vago del hijo se le había dado el sofá de la sala. Entre los tres hijos la menor tenía mucha afinidad con el padre porque no tenía memoria del abandono de hogar y, sobre todo, recibía más propina. De esta manera la familia Quimper se había vuelto a juntar bajo un mismo techo. Pero el patriarca quería más para volver a unir a la familia.

Fue en ese contexto que empezó la quimperiada telefónica donde se tiene que ganar el cuarto de la madre, al mismo estilo como se ganan las licitaciones para la exploración de lotes petroleros. Existe un audio Quimper que confirma que la corrupción nacional empieza por casa.
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P.D. El audio de la familia Quimper se encuentra en la segunda parte de la historia familiar donde cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Por la Ruta de la Corbata

Juanito Pérez X era un chico de buena familia, siempre educado y gentil. No mataba ni una mosca muerta. Había seguido la tradición de ser parte de una familia donde todos eran abogados: bien vestiditos con sus respectivas corbatas y toda la parafernalia legal. Seguir por la ruta de la corbata era su destino.
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Por años tuvo una vida austera de emociones y, sobre todo, de afectividades carnales. Sus amistades eran abogados, bien a la tela, algo que le aseguraba encontrar aventuras conformistas en los pasadizos del Palacio de Justicia. Pero él quería más.

Salió un trabajo de abogado en provincia, específicamente en Tarapoto, un pueblo macondiano, ubicado en la selva peruana. Era la oportunidad de Juanito Pérez X para dejar de ser un X y también un Juanito Pérez. Sus padres se negaron rotundamente al viaje aventurero por el miedo que en la selva las mujeres lo van a devorar, legitimando en el imaginario social el mito de las charapas ardientes. Luego de escuhar el mito de la selva, el joven abogado estaba más animado. Se fue llevando una caja de condones porque estaba especializado en derecho civil y no quería tener problemas de hijos negados: más Junitos Pérez X, Y, Z. Estaba preparado para todo bajo la consigna ¡hembra o muerte, venceremos!

Luego de cuatro meses de ardiente trabajo de campo en los bares selváticos regresó a Lima. Sus amigas lo notaron algo cambiado. Ya no era el mismo Juanito Pérez X. Le preguntaban sobre el trabajo y él contaba sus aventuras de la selva. Era el nuevo rey. A veces llegaba a grados extremistas de imaginación, haciendo legítimo el mito de las mujeres que se entregan naturalmente a los placeres mundanos del cuerpo. El amigo de las leyes aprendió todos los oficios del erotismo y conoció todo tipo de mujeres, incluyendo a proxenetas, a todo tipo de precios. Era todo un tigre.

En un bar limeño conocido como la "linterna verde" Juanito Pérez X contó a su santa y colega amiga que había encontrado la nueva Ruta de la Corbata. Resulta que la semana pasada en un tono en Miraflores se había encontrado con su mejor amiga, quien estaba acompañada por su pareja. La fiesta estuvo buena y había bastante trago. Hubo un momento que la pareja de la amiga se quedó dormido, no por amor sino por el tekila. En cambio el amigo de la selva estaba en su jarana por el bombardeo de cumbia tropical que le hacía recordar sus épocas de gloria, al estilo México 70, en los puti-club de Tarapoto. La iniciativa fue del loco triple X quien saco a la amiga a bailar. Mientras estaban bien apretaditos, ella pensaba “¿pero si es mi mejor amigo?”, en cambio él pensaba otras cosas que luego sucedieron.

De regreso se fueron en taxi con el tekila que había sobrado, mientras que la pareja seguía jato en el tono. En el carro el taxista había cambiado de espejo retrovisor, uno más grande, para ganarse del espectáculo amatorio. Tanto así que el conductor tuvo que bajar la velocidad del auto para ver esos detalles que desconcentran a cualquiera. Y llegó el momento de romper la tradición familiar. Entonces le dijo a la amiga cariñosa “ahora tienes que ir por la Ruta de la Corbata”, pero ella contesto “yo también soy abogada”. “Esa ruta no, sino la ruta que señala el camino de los justos y necesarios en dirección hacia abajo". La loca entendió el mensaje sin ayuda de su código penal de pecados Católicos. El taxista les puede contar lo que pasó. Finalmente ellos viajaron gratis por cortesía de la casa, lo motivos son más que obvios. Provecho.

La santa y colega amiga, luego de escuchar la historia, se quedó estupefacta y horrorizada. Nunca lo había escuchado en los pasadizos del Palacio de Justicia donde se escucha de todo y abundan las corbatas. La verdad es que no lo podía creer. Se pidió otras cervezas para procesar la metamorfosis de su amigo. Luego se arrepintió porque no quería seguir por esa Ruta de la Corbata. No quería pecar.
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Pero era sábado, ella estaba algo picada y la noche recién comenzaba. Entonces la amiga encontró el lado animado de la historia y se volvió a arrepentir pidiendo más trago para dar temple al alma con el objetivo de comprobar sí lo contado era cierto. Empezaba el camino para la segunda víctima limeña nada santa, quien recurrió a la vieja y sutil estrategia de invitarlo a conocer su nuevo departamento y luego su cama. Pero él dijo que antes debía hacer una llamada, se fueron a la esquina, foneó y se escuchó: “Bueno mami, iré a la casa para ver el partido de voley y darle ánimos a las chicas para clasificar al mundial”. Le dio la noticia a su amiga que no podría conocer su minidepa hasta nuevo aviso. Ella molesta le sacó en cara sobre la veracidad de la nueva Ruta de la Corbata, pero él respondió muy educadamente que por favor se buscara otra corbata porque a su madre no la cambia por nadie.